Capítulo 93
—Somos un matrimonio legal, tengo el derecho de usar nuestro certificado de matrimonio.
—Además, Belén, fuiste tú quien me provocó primero. ¿Acaso soy una mujer malvada a tus ojos solo porque me defiendo?
Inés soltó una risa irónica sin querer, con una sonrisa burlona en sus labios.
Al oír esto, Candela e Inés intercambiaron una mirada, luego Candela tomó el móvil de su mano y le gritó a José:
—¡Si tienes un problema en la cabeza, ve a tratarlo! No sigas causando problemas aquí.
—Mientras no te divorcies de Inés, no importa cuánto te unas a Belén, a los ojos de los demás, ella siempre será la otra, la que rompe familias.
—Tú y Belén, uno con problemas mentales y el otro un gran hipócrita, realmente hacen la pareja perfecta.
Dicho esto, Candela, furiosa, sacó su propio móvil, leyendo los mensajes negativos sobre Belén en línea, deseando que desaparecieran y queriendo encontrar a ese desgraciado para abofetearlo varias veces.
Todo su esfuerzo de varios días se esfumó por una sola palabra

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