Capítulo 26

¡Justo en ese momento extremadamente crítico! ¡Una silueta negra de automóvil salió disparada desde un lateral trasero como un rayo! Con una velocidad aún mayor, una determinación férrea y una precisión absoluta, embistió de lleno el costado de la furgoneta fuera de control. ¡Se escuchó un estruendo...! Un estruendo estremecedor retumbó entre los valles. El sonido del metal retorciéndose y del vidrio estallando perforó los tímpanos. A costa de una severa deformación en su parte delantera, el lujoso auto negro logró desviar la furgoneta, que rodó cuesta abajo por la empinada ladera al borde del camino. El auto de Jacqueline solo sufrió un leve rasguño y, por poco, se detuvo peligrosamente al borde del precipicio. El mundo pareció detenerse en ese instante. Jacqueline estaba pálida, su corazón latía con tal fuerza que parecía salirse del pecho. Temblando, empujó la puerta del auto y, tambaleándose, corrió hacia el lujoso auto negro, prácticamente destruido. La puerta del conductor estaba