Capítulo 112

Wilbur se desplomó débilmente en su silla y murmuró: "Así que así es un apostador". No utilizó ninguna de sus habilidades, participando en la sesión de juego como una persona corriente. Wilbur se esforzó por meterse en el papel de jugador. Experimentó los sentimientos que acompañan al juego. La emoción de ganar, la frustración de perder y el frenesí que se apoderaba de él tras perder mucho dinero. La emoción lo mantenía excitado con el aumento de adrenalina en su cuerpo. La sensación era más intensa que la de una montaña rusa y le hacía comprender por qué se decía que el juego era adictivo. Realmente lo era. Estaba desesperado como un jugador que lo ha perdido todo. Kenji se echó a reír en ese momento. Wilbur había perdido cuatro millones de dólares. Además, había pedido prestados otros cuatro millones. En una noche, perdió un total de ocho millones de dólares. Kenji recuperó sus pérdidas de la mañana y obtuvo varios millones de dólares de beneficio en una sola noche.