Capítulo 136

Ninguno de nosotros durmió esa noche. Antes de que el primer rayo de sol se filtrara por las cortinas, Kieran se levantó y se vistió. Salió de puntillas del dormitorio y salió del apartamento. Sabía que estaba tratando de evitar chocar con Erin. Me quedé en la cama un rato más con los ojos cerrados, un dolor de cabeza sordo latía en mis sienes. Kieran estaba siendo más que comprensivo al ofrecerse a mudarse, pero no podía dejar que hiciera eso. Traje a Erin a casa. Yo era responsable de ella. Era hora de tener una buena charla con la chica. Me levanté de la cama, me dirigí a la cocina, preparé un gran desayuno: panqueques esponjosos, huevos escalfados con salmón ahumado y muffins de plátano y arándanos. Este fue probablemente el último desayuno de Erin en esta casa. Después de la charla, la ayudaría a empacar y mudarse a un lugar que encontré en línea esta mañana. Era un apartamento de dos dormitorios a unas veinte manzanas de distancia, con buena seguridad en el vestíbulo y muchos res