Capítulo 26

Kieran se metió en la cama, acurrucándose a mi lado. "Me insultaste". Luego se quitó los pantalones y los tiró al suelo. "Dijiste que no era un hombre". Tomó mi manta y la arrojó lejos. "Me estás calumniando". Decidido, se deshizo de la chaqueta de mi traje. "Debería demandarte". Entonces arrancó los botones de mi camisa, uno por uno. "Pero el proceso legal tardaría demasiado". A continuación me bajó los pantalones por debajo de las caderas. "Así que tendré que actuar por mano propia". Acarició mis pechos, llevándome al borde de la locura. Yo intenté cubrirme con la mano derecha. "¡Estamos es un hospital!" "Lo sé. Yo mismo te traje aquí, ¿recuerdas?" Ese día estaba usando un sujetador de enganche frontal, lo que le facilitó las cosas. "¡Tengo una aguja en el brazo!" Pensé que estaba gritando, pero mi voz se escuchó como un ronco susurro. "No te preocupes, no tocaré tu brazo". Se inclinó hacia delante, con nuestras caras a menos de un centímetro de distancia. "Y no deberías moverte". "N