Capítulo 50

"Así es. Lo que quiero hacer en mis últimas horas en la ciudad es pasármela en una fiesta de excesos y descontrol. Especialmente porque tengo que regresar a mi aburrida vida como doctora", me dijo Cara. "¿Quieres que invitemos a Tristan?", le pregunté, pues sabía que a pesar del poco tiempo que llevaban de conocerse, los dos se caían muy bien. "No, esta es una noche de chicas", respondió ella. Nos pasamos toda la tarde arreglándonos para la fiesta. Cara lucía como una moderna Cleopatra, con los párpados maquillados en una combinación de oro rosa y tonos pastel a juego, los ojos delineados con efecto ahumado y los labios pintados de palo de rosa. Yo no me maquillé tanto, pero lo compensé con mi atuendo: un vestidito negro de lentejuelas muy ajustado a la altura del pecho, pero que se iba abriendo hasta acampanarse justo a la mitad de mi muslo. Aunque sabía que no me veía nada mal, Cara era el centro de atención con su mini vestido rojo brillante, de espalda descubierta y un prominente