Capítulo 54

Cara alzó la cabeza apenas escuchó el sonido del motor. Yo me estacioné y corrí hacia mi amiga. Ella apagó su cigarro y abrió los brazos para recibirme. La abracé con todas mis fuerzas antes de mirarla con atención. Cara había salido de mi casa luciendo como una diosa y de eso no quedaba ni rastro.  Estaba toda despeinada, tenía el maquillaje corrido y lo que quedaba de su espectacular vestido estaba roto. Parecía que se acababa de escapar de un hospital psiquiátrico. "¿Te la pasaste bien anoche?", le pregunté, sentándome a su lado. Ella recargó su cabeza en mi hombro y asintió levemente. Su rostro tenía ese brillo p*stcoital, pero sus ojos estaban tristes. Apreté con suavidad su mano. "Yo también tuve s*xo ayer. ¿Quién lo diría, eh? Seguro había algo en el agua que nos puso c*chondas", le comenté. Ella soltó una carcajada y luego me dio un puñetazo amistoso en el brazo. "Bueno, es hora de que muevas el c*lo y abras la puerta. No dormí nada y me estoy congelado aquí afuera", se quej