Capítulo 45

—¡Qué desorden tienes aquí, y todavía tienes tiempo para ayudar a otra mujer! Yolanda estaba enfadada. —¡Si él hubiera estado a tu lado, no creo que tu papá se atrevierar a golpearte! Lucía no podía apartar la vista de la imagen de la entrevista. El hombre tenía un aire de distinción en su comportamiento, con rasgos faciales bien definidos y perfectos, como los de una escultura. No solo tenía una piel hermosa, sino que también era extremadamente guapo. Pero, ¿quién podría decir que era tan despiadado? El corazón de Lucía finalmente se rindió en esta relación. En el momento en que Wálter estaba al lado de Brisa, ayudándola. —Yolandita, ¿cómo va todo? La voz suave de Facundo llegó desde no muy lejos. Yolanda giró su cuerpo, guiñó un ojo y puso mala cara hacia él, señalando a Lucía a su lado. Lucía estaba distraída, con los ojos bajos y las pestañas cargadas de lágrimas. La entrevista en el celular aún continuaba, y Facundo, al acercarse, podía escucharla claramente. Pensó por un momento