Capítulo 33

Paula tiró de Gabriela para dar media vuelta: —Por ahí es de mala suerte. Gabriela observó un destello de disgusto en los ojos de Paula y preguntó: —¿Qué pasa? —¿No es por el accidente de coche de mi hermano? Cuñada, no sabes lo que ocurrió en un principio... —Paula no había terminado de hablar cuando vio acercarse a un hombre. Vestido con un traje muy pulcro. Parecía una persona muy disciplinada y bien educada, más serio que Federico, pero sin ese tipo de frialdad que cala los huesos. —Ugh. Paula bufó con desdén: —Realmente no hay forma de evitar a esa familia. El hombre las vio y, pausando sus pasos, se acercó aún más. Paula tensó todo su cuerpo, observándolo con precaución. —¿Cómo está Federico? —Preguntó Eduardo Aguilar, con una voz clara y melodiosa. Sus cejas y ojos distantes, aunque parecía algo familiar. —No necesitas pretender que te importa. Federico ya encontró a un estudiante de Miguel y pronto se recuperará. Ustedes, la familia Aguilar, mejor manténganse alejados de él. —E