Capítulo 10

Entonces, ¿Raquel escuchó justo esas palabras que él dijo? ¿Es por eso que le pidió terminar? Alejandro miró con una expresión compleja a Ana, que ahora estaba de pie junto a él. Cuanto más la miraba, más incómodo se sentía. Es cierto que la llegada de Ana había añadido algo de diversión a su vida, una vida que en los últimos ocho años había sido monótona y repetitiva, día tras día, año tras año. En Ana, Ale encontró esa misma pasión y frescura que sintió la primera vez que se enamoró de Raquel. Sin embargo, nunca se había detenido a pensar qué pasaría si Raquel ya no estuviera a su lado. Había llegado a acostumbrarse a su presencia. Dicen que las "otras" saben leer la mente de los hombres, y en ese momento, Ana aprovechó la vulnerabilidad de Alejandro. —Aunque no sé exactamente qué pasó entre tú y Raquel, creo que debe ser solo un malentendido. Ella en realidad es una buena persona, lo sé. Tal vez, primero deberías calmarte, ir al hospital y tratarte la herida, y luego podrías buscar