Capítulo 265

Miró a Luis y, al ver que este no tenía la más mínima intención de intervenir, comprendió de inmediato que sus palabras anteriores quizás habían dado justo en el clavo. Emilio, al notar esto, ya no se contuvo por la identidad de Ana, y su actitud se tornó más severa. La miró cargado de reproche y le dijo: —Señora López, es cierto que no conozco de cerca los conflictos entre usted y el señor Luis, ¡pero eso no le da derecho a comportarse de forma tan irracional y altanera! —Lo que pasó esta noche, ya lo he averiguado de camino para acá. El señor Luis envió a alguien a recogerla para que volviera a casa; su intención era simplemente reconciliarse con usted, no tenía ninguna intención de controlarla ni mucho menos de hacerle daño. Tal vez el método no fue el más adecuado, eso es entendible, pero lo que usted hizo fue, cuando menos, excesivo. —Usted ya sabía en ese momento quiénes eran esos guardaespaldas, y ellos mismos le aseguraron que no le harían daño alguno, que solo querían llevarla