Capítulo 18

Detrás de ellos, Susana entró en la habitación y, al ver el gesto dolido de Carmen, enseguida la rodeó con los brazos. —¿Qué pasa? ¿Quién te hizo daño? Rodrigo y Héctor se acercaron de inmediato, preocupados, y le ofrecieron consuelo. Marisol los miró con una punzada amarga. Decían venir por su alta, pero todos la ignoraban. Tal vez al darse cuenta de la tensión, Susana intentó suavizar el momento presentando a Carmen: —Esta es Carmen, la niña que adoptamos hace unos años. Es como tu hermana. —Marisol, de ahora en adelante tú eres la mayor, deberías cuidarla. Con una mano sostuvo a Carmen y con la otra tomó la de Marisol, esperando acercarlas. Al ver a aquella chica de rasgos tan parecidos a los suyos, Marisol lo entendió todo. —¿Así que esta era la sorpresa? Exclamó, apartando con brusquedad la mano de Carmen. —¿Acaso no me acepta la hermana? Al oír a Carmen, Héctor frunció el ceño y de inmediato se volvió contra Marisol: —¿Dónde quedó tu educación? Carmen será parte de la familia, no