Capítulo 127

LA VERSIÓN DE CARL. Estaba en el escritorio de mi pequeña habitación, la cual se encontraba en un área bien apartada del palacio. Tenía enfrente todas las armas que poseía debidamente organizadas. Las fui recorriendo una a una para asegurarme de que estuviesen ahí. En efecto, el cuchillo, los explosivos y las bombas permanecían en su lugar. Asentí satisfecho, pues había comprobado que no faltaba nada. No sería fácil asesinar a unos alfas tan poderosos. De hecho, utilizar la fuerza bruta no era una opción viable y por eso, preferí apelar a mi astucia, pues siempre me había funcionado muy bien en las misiones o peleas. Tras asegurarme de que el arsenal de armas y equipos estaba completo, me levanté la silla. Luego observé detenidamente la patética habitación en la que estaba y llegué a la conclusión de que el rey de la oscuridad no era tan generoso como parecía. Aunque me pagaba muy bien, me había asignado ese terrible espacio, mientras cumplía la misión que me alistaba a cumplir. No tu