Capítulo 29

Narradora: Suzie Una ráfaga de viento me hizo ceñirme más fuerte la chaqueta, arrecida, a la vez que escudriñaba meticulosamente cada rincón de la calle. El sol ya se había ocultado por completo, y los tonos dorados residuales coronaban el horizonte como a los reyes de antaño. Saqué el móvil, suspirando mientras releía el mensaje que me había escrito en negrita antes. "Nos vemos en el parque grande. Ven sola.", leí en voz alta. El hecho de que accediera a dialogar conmigo me hizo muy feliz, porque implicaba que aún quedaba esperanza para que nuestra relación se enmendase. Es más, en cuanto vi que me mandaba aquel par de frases, salí por patas hacia la calle para ir al sitio indicado. Las quebradizas y pardas hojas otoñales caían libremente por todos lados, mecidas y conducidas por esporádicas brisas y soplos de ventoleras en miniatura. Aceleré un poco más los pasos, hasta que en cosa de un par de minutos más llegué a la entrada del parque en cuestión. Pasé por debajo del arco que serví