Capítulo 55 El encargo de mis padres

—Justo estábamos hablando con Sera sobre su emprendimiento. Si alguna vez tuviera algún problema, deberías asegurarte de cuidarla. Así, nosotros también estaríamos más tranquilos. No pude evitar que mis labios se contrajeran ligeramente. ¿Es como si me estuvieran dejando bajo la tutela de Fabián? Con rapidez me acerqué a él e intercambiamos una mirada. Fabián, al percatarse de mi señal, se acercó a mis padres. —Tranquilos, señores, me aseguraré de cuidar a Sera. Si alguna vez tiene algún problema, no dudaré en ayudarla. Lo miré sorprendida. La señal que le había dado era para que explicara la situación. Pero, en lugar de eso, parecía que se estaba aprovechando en ese momento de la confusión. Mis padres, claro, malinterpretaron aún más la situación, y su significativa sonrisa se hizo más profunda. Al ver que las cosas no mejoraban, enseguida los ayudé a levantarse. —Bueno, papá, mamá, ya es muy tarde. Vayan a descansar. Cuando tenga tiempo, los visitaré. Después d