Capítulo 74 Ofender al equivocado

—Se me olvidó por completo decirte, este restaurante es de mi propiedad. Sin mi permiso, hoy no darás de aquí ni un paso. —Te aconsejo que sigas mis órdenes y te quedes aquí a servirme. Si decides hacer un escándalo, tu esposo tal vez ni siquiera quiera seguir contigo. La voz siniestra de Manuel llegó desde atrás. No sentí ni el más mínimo temor por él, solo me giré y lo miré con calma. —¿Tan seguro estás de que hoy no voy a salir de aquí? Ya que has investigado tanto sobre mí, deberías saber muy bien quién me respalda. Si te atreves a ofenderme, tu destino será mucho peor que el mío. Manuel evidentemente no creyó mis palabras y se echó a reír con desprecio. Extendió lujurioso la mano y me arrastró hacia su pecho, inhalando con fuerza el aroma de mi perfume. —Sera, desde que eras pequeña me gustabas muchísimo. Tu carácter es diferente al de las demás muchachas. No te preocupes por eso, si te entregas a mí, te trataré bien. Te aseguro que nunca dejaré que nadie te haga daño de nuevo. En