Capítulo 152

Javier seguramente estaba enojado. Ana salió de casa con el ánimo por los suelos. Por la mañana fue al mercado a limpiar pescado, pero no tenía energía alguna. Por la tarde, cuando fue a dar clases particulares, tampoco tenía ánimos. Cuando Raúl volvió a ver a Ana, su expresión mostraba una malicia contenida. Preguntó: —Profesora Ana, ¿cómo estuvo la fiesta de anoche? Ana hojeó el libro de texto y respondió: —No estuvo mal. Comí muchas cosas ricas, luego bailé una vez con Javier y después me fui a casa. Los labios de Raúl se curvaron en una sonrisa apenas perceptible. "¿Bailaron? Parece que Javier la valora más de lo que imaginaba". "¿Habrá logrado arruinar las cosas?" "Tal vez la colaboración entre Javier y la familia Chávez no resulte tan fluida como esperaban". En ese momento, Ana recordó algo y sacó de su bolso una caja que le entregó a Raúl. —Ah, cierto, te compré este telescopio. Como no te gusta salir, puedes ver el paisaje desde aquí. Es un telescopio profesional; si subes al á