Capítulo 57

Tras el frenesí de la pasión, Clara fue la primera en dirigirse al baño principal del dormitorio para darse una ducha. Abrió la regadera, y el agua caliente se deslizó por su piel. Cerró los ojos, evocando la intensa batalla que acababa de librar con él. Se sentía completamente relajada, satisfecha desde lo más profundo de su ser, aunque en su interior se mezclaban emociones complejas y contradictorias. Al terminar, se envolvió en una toalla y entró en el vestidor de él. Tomó al azar una de sus camisas y se la puso como pijama. Luego regresó a la habitación y bebió un sorbo del agua caliente que la niñera le había dejado. En la cama, el hombre reposaba con el torso desnudo, recostado contra el cabecero, fumando con parsimonia el cigarro de después, como era su costumbre. Entre la bruma del humo, su mirada no pudo evitar posarse nuevamente en Clara... Aquella camisa que él solía vestir, al estar ahora sobre su cuerpo parecía ancha y holgada, cubriéndole apenas hasta la cadera. Sus piern