Capítulo 15

—Isabel, ¿puedes encargarte tú de este concurso de diseño? Isabel se levantó y le respondió a Eduardo: —Acabo de llegar a la empresa, creo que sería mejor dejarlo en manos de alguien con más experiencia. —Esta decisión la tomamos entre todos, tus capacidades han quedado claras para el equipo. El resto de los presentes asintió, apoyando las palabras de Eduardo. Al ver que todos confiaban en ella, Isabel ya no insistió y aceptó la tarea: —Haré todo lo posible para no defraudar su confianza. Al finalizar la reunión, Eduardo pidió a Isabel que se quedara a solas. —Señor Eduardo, ¿quería hablar conmigo de algo? Eduardo se molestó un poco al escucharla llamarlo así: —Somos amigos, no hace falta que seas tan formal. Desde aquella vez que Eduardo la llevó a casa tras haberse emborrachado, Isabel ya no era tan reticente a su cortejo. Gabriel y Monica también estaban muy satisfechos con Eduardo y, en más de una ocasión, le decían a Isabel: —Creo que Eduardo es un buen chico. Pero Isabel, de mome