Capítulo 28

—En realidad no escuché todo, pero oí algunas palabras clave como "mejor amiga", "embarazo", "hijo" y "me gusta". Luego llegó esa chica y te abrazó fuertemente, y tú no la apartaste. —Yo pensé... —¿Pensaste que había abandonado a mi pareja para estar con la amiga de ella? Completé su línea de pensamiento. La cara de Laura se puso roja de inmediato. Como un durazno maduro, rosada y adorable. —Lo siento, te juzgué mal. Parecía que estaba a punto de llorar. Agité la mano rápidamente.—No importa. —Eso solo muestra que detestas la maldad y tienes un fuerte sentido de la moralidad. Obviamente, no iba a enojarme por algo tan pequeño; al contrario, esto me hizo apreciarla aún más. Ella es una mujer racional y clara. Quizás siente algo por mí, pero tan pronto como pensó que yo era un "cabrón", dejó de lado cualquier sentimiento y se alejó. No como Ana, que insiste en justificar todo lo que hace Alejandro. ¿Acaso cree en Alejandro ciegamente? No lo creo. Es más probable que crea en el amor puro