Capítulo 265

Ximena regresó a casa. Sacó todo lo que había en su bolso. Lo primero que sacó fue el contrato de cesión de acciones de la Corporación Vanguardia. Diego siempre había sido muy generoso en este aspecto; con un contrato como este, podría recibir perfectamente dividendos anuales de varios millones de dólares, incluso si no hiciera nada en el futuro y se dedicara solo a disfrutar de la vida, sin ningún problema. Pero, por el contrario él le dio más acciones de la Corporación Vanguardia. Ella pensó que era solo una forma de compensarla un poco más. Luego, guardó en silencio el contrato en el cajón, tomó una foto del certificado de divorcio y abrió el cajón para guardarlo. Sin embargo, vio un pequeño objeto adentro. Era el Niño Jesús que le regalaron en la fiesta de cumpleaños del bisnieto de Gisela, para ella y Diego. Lo había guardado allí y, con el tiempo, lo había olvidado. Lo acarició, y lo que al comienzo había sido una sensación algo relajada por el divorcio, le causó una extraña punz