Capítulo 86

Cuando Javier contestó, su voz aún llevaba un tono de simpatía: —¿Patricia? —¡Javier, eres un ciego de corazón negro! Patricia comenzó la conversación con una feroz reprimenda. Javier frunció el ceño, su rostro se endureció: —¿Qué quieres decir con eso? —¿Qué quiero decir? ¡Tú sigues actuando como si nada pasara! Dime, ¿fue esa maldita mujer que tienes bajo tu ala quien robó los zapatos? El rostro de Javier se oscureció aún más: —¿Te lo dijo Carmi? —No me importa quién me lo haya dicho, solo contesta, ¿fue ella? —Sí. Patricia soltó una risa fría: —Admites que fue ella, eso me basta. Te aviso, no me importa si esa mujer viene a hacerme unos nuevos zapatos o si Antonio le fabrica otro par. En dos horas quiero ver esos zapatos, o si no, olvídate de cualquier relación futura entre la familia Rodríguez y la tuya, ¡y ni se te ocurra tocar el mundo del entretenimiento! —Patricia... Javier intentó interrumpirla, pero Patricia lo cortó brutalmente. —¡Cállate! Escúchame bie