Capítulo 28

Ella retiró la muñeca con cortesía y distancia. —No tengo tiempo, don Antonio aún me está esperando. —¿Me estás amenazando? —Melchor arrugó la frente. Carolina estaba confundida. —¿? Ella rio suavemente. —Estás pensando demasiado. Al fin y al cabo, soy la asistente de dirección del rodaje, y tengo bastante trabajo. —Si de verdad quieres conversar, la próxima vez recuerda reservar una cita con antelación. —¡Tú! —Melchor no esperaba que, delante de tanta gente, ella se atreviera a dejarlo sin el menor respeto. Respiró hondo y estaba a punto de hablar, pero Carolina ya había dado un paso hacia afuera. Lilia lo detuvo cuando intentaba alcanzarla. —Melchor, hoy es la ceremonia de inicio de rodaje. Enseguida hay que hacerse las fotos y, por la noche, tenemos la cena con el director. La voz dulzona le resultaba insoportable a Carolina. Aceleró el paso, como si la persiguiera una bestia salvaje. Antes de llegar al set, recibió un mensaje. Era Melchor. [Carolina, ¿has visto la tendencia de hoy?