Capítulo 171

Los ojos de Lorena estaban casi vidriosos al mirarlo, y empujó de inmediato la puerta del auto deformada a su lado. —¡Cállate! No vas a morir. Si tienes algo que decir, díselo tú mismo en persona. Juan ya no tenía fuerzas para responder, simplemente perdió el conocimiento. El cementerio de esta zona no carecía de visitantes, seguramente pronto aparecería alguien. Lo único que ella tenía que hacer era desviar a esos tipos que venían a causar problemas. Salió corriendo colina abajo y no se relajó hasta que vio que todos ellos la perseguían. Solo esperaba que algún transeúnte viera pronto a Juan y lo llevara al hospital. La herida en su hombro no era mortal, no parecía algo grave. Al pie de la pendiente había un bosque. Mientras Lorena corría cuesta abajo, varias ramas le arañaron la cara, dejándole líneas de sangre. Pero no tenía tiempo para pensar en eso, corrió aún más rápido. Cuando una persona libera todo su potencial, puede volverse aterradora. Sus manos estaban llenas de heridas, p