Capítulo 221

Alejandro no dijo nada y apartó la mano con la que ella le frotaba la cara. La mano de Andrea le dolía por el golpe, pero no le prestó atención. En cambio, salió del auto y se dirigió al asiento del conductor.—Te llevaré de regreso. Ahora que ya eres el director de la empresa, no deberías andar siempre solo por ahí. Mucha gente tiene los ojos puestos en la familia Gutiérrez; podrías encontrarte con el peligro en cualquier momento. Alejandro se sentó en el asiento trasero, de repente con un aire derrotado. —Déjame morir. Total, ya no tengo ganas de seguir viviendo. —¡Tch! El auto se detuvo bruscamente. Andrea apretaba el volante con fuerza entre ambas manos.—¿Qué quieres decir con eso? Alejandro, como si hubiera descubierto su punto débil, de pronto esbozó una amplia sonrisa, dijo: —Vaya, así que sí te da miedo que me muera. Andrea se giró, con intención de soltarle un par de insultos, pero al ver la locura reflejada en el fondo de sus ojos, se contuvo y solo le dijo: —Te llevo a tu cas