Capítulo 240

Antes de venir aquí, Lorena ya se había preparado a fondo. Por eso, no prestó atención a la malicia de esas personas y, en lugar de eso, fue directamente a sentarse al lado de Rubén. —Señor Rubén, los documentos del Grupo Fortaleza aún no los ha revisado. ¿Cuándo podría echarles un vistazo? Yo puedo adaptarme completamente a su horario. Rubén sonrió con sarcasmo mientras hacía girar la copa de vino entre los dedos. —¿Estás tratando de presionarme usando a Pedro? ¿No me digas que de verdad crees que él siente algo especial por ti? La actitud de Lorena se volvió inmediatamente respetuosa: —No me atrevería. Solo es una tarea que me ha asignado el señor Pedro, y tengo que cumplirla. De lo contrario, no sabría cómo rendirle cuentas. La mirada de Rubén se tornó fría. Si Lorena hubiera cometido el más mínimo desliz esa noche, sin duda la habría humillado. Pero ella era demasiado hábil; hasta el momento, cada palabra que había dicho era impecable. Sentía cierta incomodidad en el pecho, pero de