Capítulo 250

Después de unas horas de haberse propagado, las fotos de Yago y Gisela ya eran del conocimiento de todos. El teléfono de Lorena casi explotaba de tantas llamadas, todas de Yago, pero ella no quería contestar. Frunció el ceño y directamente lo bloqueó de sus contactos. Después fue Juan quien la llamó: —Lorena, ¿viste esas fotos? Me preocupa que estés mal. —Las vi. Estoy bien. El rostro de Juan estaba sombrío y dijo: —¡Gisela lo hizo a propósito, seguro! ¡Esa mujer es realmente malintencionada! Solo quiere que entre tú y Yago no haya vuelta atrás. Aunque Juan sabía que Lorena había perdido la memoria, siempre había creído que, si ella recordaba, volvería a sentir algo por Yago. Lorena no tenía ganas de explicarle nada. Abrió su computadora y siguió trabajando. Todavía tenía que supervisar el seguimiento de la colaboración con Grupo Solaris. Aunque Rubén ya había revisado el contrato, nadie podía asegurar que no fuera a causarle más problemas. —Lorena, ¿por qué no vienes a cenar esta noch