Capítulo 347

"¿Un collar de frijoles baratos, y encima lo perforó y lo hizo en forma de collar? ¿No es eso algo para que se burlen de uno?" Pedro no dijo nada. Con el rabillo del ojo, aún podía ver a Lorena, que estaba agachada y seleccionando con seriedad los frijoles al lado de la ventana. Lorena ya había elegido su cadena, y en ese momento se la puso. Cuando se levantó, incluso sintió que sus piernas estaban un poco adormecidas, se había agachado mucho tiempo. Su piel era blanca, de pies a cabeza no había ni un solo defecto, y esa cadena de frijoles en su muñeca hacía que su piel pareciera aún más pálida. Como tenía una cita con Pedro a las siete, y al ver que ya casi era la hora, se quedó esperando allí mismo. Una hora después, Pedro y Rubén realmente salieron por la puerta principal. Al verla, el entrecejo de Rubén se frunció. Lorena, sin embargo, se situó de manera muy natural detrás de Pedro: —Jefe Pedro, ¿vamos ahora al Hotel Sol y Luna? Pedro respondió con un leve gesto, y ella rápidamente