Capítulo 371

César ya no pudo seguir viendo la escena y no pudo evitar intervenir. —Señora Lorena, su carro no fue... Solo que ayer Lorena estaba demasiado enfadada y ni siquiera revisó las cámaras de seguridad. Su auto, en efecto, no lo había rayado Patricia, pero ella pensaba que Pedro quería encubrirla. Sumado a lo ocurrido hoy, no tenía una buena actitud con nadie. Pero César apenas había empezado a hablar cuando lo interrumpió: —No fue Patricia quien rayó el carro, lo sé. ¿Algo más? Antes de que llegue mi abogado, no responderé a ninguna pregunta. Incluso César sentía una opresión en el pecho. Bajó la cabeza para mirar a Pedro, pero él solo fijaba su mirada en Lorena. Ella siempre sentía que en esa mirada parecía guardar algo intenso y complicado. No lo comprendía, así que apartó la vista. Pedro bajó la cabeza y tosió durante unos segundos. Parecía tener dolor de cabeza y su rostro estaba aún más pálido. César, apresurado, lo empujó para sacarlo de allí. Patricia también se asustó mucho. —¡Tío