Capítulo 511

Pedro se sentó en un banco no muy lejos de la mesa, donde había frutas frescas y pasteles, además de una computadora. Escuchó las palabras de Mariano de ese día, quien le recomendó pasar más tiempo con ella. Abrió la computadora y comenzó a trabajar; parecía que no tenía planes de salir. Lorena esperó en el mismo lugar durante diez minutos y, al final, perdió la paciencia y se dio la vuelta para entrar en la sala. Durante los siguientes tres días, Pedro no salió ni una sola vez para ir a trabajar. Lorena se despertaba temprano cada día y bajaba a esperar, pero siempre encontraba a Pedro trabajando en diversas ubicaciones. A veces estaba en la mesa, otras veces en el alféizar de la ventana, pero nunca iba a su propia habitación. Ella se sentía algo confundida y no pudo evitar jalar a César discretamente hacia un lado. —Asistente César, el año recién empieza, y por lo general, es el momento más ocupado para una empresa. ¿Por qué el señor Pedro no ha ido a la oficina? César miró la mano q