Capítulo 514

—Mamá, ya te lo dije, si quieres irte, vete tú sola, no te preocupes por mí. Un destello de desilusión apareció en los ojos de Regina. La habían dejado en ese estado, y como hijo, Yago nunca decía una palabra contra Héctor, eso la hacía sentirse muy triste. —Yago, ¿no te das cuenta? Héctor es un bastardo, y tu tío Pedro es muy aterrador. Si algún día Héctor, sin saber lo que hace, se mete con él, estamos acabados, Pedro no nos perdonará. No se atrevió a contarle a Yago que Pedro había estado allí la noche anterior. Temía que, debido al carácter de Yago, pudiera hacer algo aún más loco. Sin embargo, Yago soltó una risa burlona. —Lo mejor sería que Héctor se ocupara de Pedro, la familia Guzmán no debe caer en sus manos. El corazón de Regina se hundió al ver el odio y la ambición en los ojos de Yago. Sintió que todo estaba perdido. El fango de la familia Guzmán finalmente también había atrapado a Yago. Tenía que encontrar una manera de sacarlo de allí. Había vivido tanto tiempo en Costado