Capítulo 651

Los demás estaban pendientes de ellos; al ver que en los ojos de Pedro rebosaba una sonrisa y que trataba a Lorena con tanta ternura, a algunos se les atragantó la comida. Yago dejó caer con fuerza los cubiertos que tenía en la mano. —Esto es un restaurante, no su habitación. La mano de Pedro se detuvo; tomó una servilleta y limpió la comisura de los labios de Lorena. Estaba a punto de hablar cuando ella lo miró. —Claro que esto no es una habitación, aquí no hay cama. Ella decía la verdad, pero decirlo en ese momento... Las expresiones de los demás se volvieron muy extrañas. Iván no dejó ver nada en su cara, pero los dedos con los que sujetaba los cubiertos se apretaron mucho; era la primera vez que alguien se mostraba tan insolente frente a él. Claudia incluso golpeó con fuerza la mesa. —¡Insolente! ¿Qué es eso que dices? ¿Cómo pueden salir esas palabras de la boca de una mujer, y todavía delante de tantos mayores...? Lorena estaba confundida; no entendía qué había dicho de malo, si e