Capítulo 733

Ella le pidió que subiera al auto y se inclinó para abrocharle el cinturón de seguridad. Tenía muchas preguntas que quería hacerle, pero él podía responder a todas con una sola palabra: "me gustas". Era simplemente porque le gustaba, eso ya lo sabía desde antes. Volver a preguntar sería extraño. Antes, Pedro era una fantasía en su corazón, alguien inalcanzable, indiferente ante todo. Ella alguna vez tuvo curiosidad: "¿Cómo sería él cuando se enamorara de alguien?" "¿Seguiría tranquilo?" "¿O despertaría en él una conciencia amorosa como la de cualquier otro hombre?" Resultó que no era así. Cuando a él le gustaba alguien, lo vivía con represión, en silencio. De una forma que dificultaba rechazarlo con dureza, como si decir una palabra severa fuera un pecado. Lorena pensó que Pedro se parecía mucho a Ignacio. Bajó las pestañas, sujetó el volante con fuerza. Cuando llegaron a Jardines de la Paz, ya había gente de la casa de los Guzmán esperando, era el mayordomo. Había ido a informarle a P