Capítulo 841

Cuando el auto se detuvo en los Jardines de la Paz, Lorena sabía con claridad que Pedro iba a ocultar por completo el asunto del niño y de Iván. Decidió no preguntar más y simplemente subió las escaleras, dirigiéndose a la habitación de invitados más alejada de la suite principal para dormir. Pedro permaneció en el vacío vestíbulo, escuchando cómo los pasos de ella se iban alejando cada vez más. Los sirvientes, al verlo regresar, mostraron sorpresa y alegría. —¡Señor Pedro, por fin ha regresado! ¿Hay algo que le gustaría comer esta noche? Pedro negó con la cabeza, mirando hacia las escaleras, y lentamente comenzó a subir. Pero al oír un sonido proveniente del jardín, se giró y vio una cara muy parecida a la de Emilio. Decir que ambos eran gemelos no sería exagerado, solo que esa cara parecía algo más joven. Benjamín también lo vio, sin mostrar ninguna emoción en sus ojos, y siguió comiendo con ganas de la bandeja de frutas que tenía en las manos. El sirviente rápidamente le explicó a P