Capítulo 844

Lorena apretó el tenedor, con los dedos ligeramente temblorosos. —Sí, tal vez tengas razón. Siempre lo pensé así, hasta que ocurrieron estas cosas. Siempre estuve segura de que yo era su debilidad. Pero, por otro lado, por esa otra debilidad, pudo dejarme en el extranjero sin importarle, pudo regresar a su país y no contactarme durante días, como si mi vida o muerte no significaran nada frente a esa otra debilidad suya. Incluso empiezo a dudar de por qué antes estaba tan segura de mí misma. Él nunca me permitió conocerlo realmente. Si no, ¿cómo podría no saber que tiene otra debilidad tan oculta, tan profunda que, cuando intento indagar, él incluso me rechaza? Terminó de hablar y lentamente dejó el tenedor sobre la mesa. —Eso no es lo más importante. Lo más importante es que hizo desaparecer a Ignacio, y no puedo perdonarlo. Pero tampoco puedo ser cruel con él. Yo solía decir que no importaba quién le hubiera hecho daño a Ignacio, que, si encontraba al culpable, no lo dejaría escapar.