Capítulo 875

Por un tiempo el sirviente quedó aturdido por su ráfaga de preguntas. —Señor Alejandro, usted quédese tranquilo compitiendo en el extranjero; la señorita Andrea también tiene que presentar exámenes, estos días son cruciales. Mejor no arme más alboroto. Ese estudiante de posgrado tiene buenas calificaciones y, además, por lo que vi, conversan con bastante afinidad. Esa sensación de crisis se volvió cada vez más intensa. Alejandro ya no tenía cabeza para la competencia; apresurado llamó a Pilar, exigiendo que echaran a ese profesor particular. Pilar sabía de sobra lo fuerte que era su afán de controlar a Andrea, pero aquello se relacionaba con sus exámenes. —Ale, ¿quién te ha hablado de un profesor particular? Esos criados son demasiado entrometidos. Tú no te preocupes por eso. Antes, por acompañarte, Andrea descuidó el estudio; ahora que no estás, justo aprovecha para ponerse al día. Con sus notas, entrar en los diez primeros de la ciudad no sería problema alguno, y con unas clases extr