Capítulo 890

Pedro también debió intuirlo hacía un rato, por eso su rostro cambió de golpe. Pedro solía calcular cada movimiento, pero esta vez debía de haber cometido el error más grave de su vida. Lorena se sentó a su lado y vio cómo apretaba la cuchara con tal fuerza que parecía a punto de doblarla. Ella suspiró resignada. —Todo se aclarará cuando salga con él una vez, créeme esta vez. Él levantó lentamente la cabeza y luego se frotó con impaciencia las sienes, como si no pudiera comprender por qué aquel hombre seguía con vida. Esto no debería ser así. Lorena salió pronto de casa y fue al lugar acordado para encontrarse con Arturo. En el auto iban ella y Benjamín. Él miraba entretenido por la ventana cuando, de repente, sus pupilas se contrajeron. —Creo que he estado antes por aquí. Lorena lo observó por unos segundos, pensando que seguro se debía a que últimamente no había seguido tomando aquella medicina. Igual que le había ocurrido a ella, su memoria empezaba a confundirse un poco, pero esa c