Capítulo 19

Ahora que la única amenaza latente para Regina también había sido apartada por Fabiola, el ánimo de Fabiola era insuperable. Al verla sonreír con tanta felicidad, Marcos también se sintió aliviado. Con unos meses más con este tipo de vida, cinco o seis lo máximo, ¡podría liberarse por completo! Sin embargo, desde que Regina había dejado la casa de los Suárez, era la primera vez en años que Marcos pasaba tanto tiempo sin verla ni tener noticias suyas. Antes, cuando Marcos viajaba por cuestiones trabajo, ambos solían hablar por teléfono durante horas. Tanto tiempo sin escuchar la voz de Regina lo tenía consumido por la nostalgia. En Altavista, en pleno julio, las tormentas caían de repente. A medianoche, Fabiola se aferró desesperada a Marcos con un tono lleno de coquetería. —Gustavo, hace mucho que no tenemos intimidad... Marcos se dio la vuelta y besó a la insistente Fabiola. Esa noche, Marcos tuvo sus propios intereses ocultos, por lo que con Fabiola se entregó sin ningún tipo de prec