Capítulo 94

Marcos no tuvo más remedio que salir derrotado de la sala de recepción y, bajo la escolta del personal de seguridad, abandonó obediente el Consorcio Épsilon. Marcos regresó apesumbrado a la casa de los Suárez. Esa noche, la cena en la residencia era especialmente abundante; incluso habían preparado varios litros de champaña. Sofía daba órdenes por doquier a los sirvientes con exigencia. —Esa maceta de orquídeas colócala en la entrada, trae buena suerte. Y estos platillos... El sabor está mal, retírenlos enseguida y háganlos de nuevo. Marcos entró al salón cabizbajo, mientras Sofía, sin tener idea de lo ocurrido, lo tomó cariñosa del brazo para mostrarle la valiosa orquídea que acababa de comprar. —Esta orquídea son de buena suerte. Es una variedad exclusiva que encargué y tardaron días en entregármela. ¿No es coincidencia que justo el día que la pedí, cerraras el proyecto con el Consorcio Épsilon? Si la cuidamos bien, quizás en el futuro tengamos aún más prosperidad. Marcos miró fastid