Capítulo 1003

Falric le recriminó: —Inés, yo te consideré una amiga y tú solo me utilizaste como una herramienta. ¡Ojalá nunca te hubiera conocido! No voy a ayudarte; asume las consecuencias tú sola y pasa el resto de tu vida en la cárcel. Al ver que ni siquiera Falric estaba de su lado, quedó completamente desorientada; en realidad, no quería ir a prisión y no estaba dispuesta a aceptarlo. Inés miró a Camila.—¡Camila, todo esto es tu culpa! Yo tenía una vida maravillosa, ¡fuiste tú quien la arruinó! Ella respondió: —Inés, a estas alturas, ¿aún no eres capaz de reflexionar? ¡Tú codicia fue la que te destruyó! Samuel ya no quería perder más el tiempo con Alarico e Inés, así que ordenó: —¡Llévenselos! Ambos fueron escoltados fuera. Una vez que ambos se marcharon, Falric miró a Camila. —Señorita Camila, quiero pedirle disculpas. Al ver que Falric tomaba la iniciativa para disculparse, Camila sonrió.—No tienes por qué disculparte conmigo. ¿Qué culpa puedes tener? Antes eras obstinado y solo confiabas en