Capítulo 891

Fernanda abrazaba a Camila, —¡Mientras yo esté aquí, nadie más puede ser mi cuñada! Camila sintió una calidez en su corazón. Aunque su relación con Samuel terminara, el cariño que le dio a Fernanda no fue en vano. Pronto, afuera se escuchó la voz de Samuel, —¡La comida está lista! ¡Salgan a comer! Camila salió con Fernanda; sobre la mesa ya estaban servidas las gachas cocidas, además de tres platos frescos y apetitosos. Para Camila, que no sabía cocinar, realmente admiraba a Samuel. En tan poco tiempo, él había preparado las gachas y más tres platos. Samuel sacó los tazones y los cubiertos, dijo: —Vamos a comer. Camila, al igual que Fernanda, se sentó esperando la comida; sentía un poco de culpa. Después de todo, había venido a cuidar a Fernanda, pero al final no podía ayudar en nada. Camila comió un poco de gachas, pero su apetito no era muy bueno, así que no comió mucho. Fernanda la miró, —Camila, ¿por qué comes tan poco? Camila no se atrevió a decirle que estaba embarazada, así que