Capítulo 33 ¡Despídelo!

El rostro de Sara se ofuscó de inmediato mientras le hablaba a Yolanda. —¿Lo que acabo de decir te entró por un oído y te salió por el otro? El asistente Simón dijo que este jarrón de porcelana azul y blanca puede valer cinco millones de dólares. Si te pidió que salieras a hacer un encargo, ¡pues ve y hazlo! Si cuando regreses se demuestra que el jarrón no vale cinco millones, entonces ajustaré cuentas con él... ¡y contigo también! Sara dio la orden, y Yolanda no se atrevió a desobedecer. Bufando de la rabia y con los ojos bien abiertos, fulminó a Simón con la mirada y preguntó: —¿Qué encargo quieres que te haga? —Ve a comprarme una botella de vino tinto. Tiene que ser de buena calidad, nada barato ni corriente. —¿Vino tinto? ¿Para qué lo quieres? ¿Después de romper ese jarrón de porcelana azul y blanca todavía pretendes emborracharte? ¿Tú crees que lo mereces? —No es para mí. Es el jarrón el que quiere tomar un sorbo. Si no bebe, no revelará su forma verdadera. Y si no muestra su form