Capítulo 64 Una catástrofe inminente

Sara tenía muy en claro que la carta de renuncia había sido forzada por Yolanda. Pero lo que no se esperaba era que Simón no fuera alguien fácil de manipular. ¡Ese descarado Simón incluso se había atrevido a contraatacar con esa jugada! Lo que realmente enfureció a Sara fue que tanto Yolanda como Simón la habían utilizado de la peor manera, como jefa, para perjudicarse mutuamente. Así que tenía que imponer su autoridad de una vez y castigar a ambos con todo el peso de su posición. —Yolanda, fuiste tú quien insistió en que trajera esa renuncia. Ahora que la jefa Sara está furiosa, arréglatelas sola. Una mujer enojada no era fácil de calmar... ¡mejor me voy antes de que explote! Simón se despidió de a Sara y dijo, con su habitual tono vulgar. —¡Nos vemos, querida jefa Sara! Si está molesta y ya no me soporta, si quiere deshacerse de mí, pues aquí tiene mi renuncia. Solo falta su firma y asunto cerrado. Simón apenas había dado un paso cuando la voz firme de Sara lo detuvo en seco. —¿Quién