Capítulo 90 Otra prometida

Rocío era la señorita de la familia Morales, la primera diosa de la Región del Cristal. Ante ella, cualquier hombre se sentía como una vil hormiga. ¿Quién se atrevería a hablarle con ese tono? Todos intentaban complacerla, nunca enfrentarse a ella. ¿Y el atrevido del Simón, un simple asistente, se atrevía a hablarle así? Eso la enfureció demasiado. Sin embargo, contuvo su temperamento. —¿Puedes venir a mi casa? Te voy a mandar la dirección. Sin esperar la respuesta de Simón, Rocío colgó la llamada y le envió de inmediato la ubicación. ¡Ese era el orgullo de una verdadera diosa! ¿Rocío? ¿Por qué ese nombre le resultaba ser tan familiar? Simón apresurado tomó el montón de contratos matrimoniales y comenzó a revisarlos. ¡Vaya! Había uno que tenía el nombre de Rocío. ¿Sería la misma mujer? Simón la recordó en su mente y, cuanto más pensaba, más convencido estaba de que la Rocío que había visto ese día era una verdadera belleza. Decir que era extremadamente guapa no era exagerar en lo absol