Capítulo 276

—¿Eh? Dime. —Lo siento, Nacho.— Patricia se disculpó primero, sintiéndose muy culpable, y comenzó a hablar lentamente: —Álvaro vino a buscarme antes. Ignacio, al escuchar esto, se dio vuelta y la miró fijamente, con las manos aún goteando de agua. Patricia no se atrevió a mirar sus ojos, se escondió medio cuerpo tras la puerta corrediza, movió los labios y dijo: —Lo siento, yo... pensé durante mucho tiempo que no podía ocultártelo, no sería justo para ti. Tuve algunos problemas con Álvaro, no fue mi intención, pero tengo responsabilidad, no puedo escapar de ello. Cuando Patricia lo dijo, el aire se sintió claramente estancado. Incluso Ignacio guardó silencio; su respiración se hizo más pesada, y le preguntó: —¿A qué problemas te refieres? A Patricia le costó mucho hablar, realmente no sabía cómo expresarlo. Ignacio, al ver su reacción, entendió. Él era un hombre, y aunque no le importaba que Patricia se hubiera divorciado, eso ya era cosa del pasado, pero lo que sí le importa