Capítulo 295

Claudio sacó las agujas y comenzó con la acupuntura. A medida que las agujas de plata se clavaban en los puntos de acupuntura, Patricia no se movía, con los ojos cerrados, rodeada por una sensación de desesperación... Álvaro caminaba de un lado a otro en la habitación. Varias veces intentó acercarse, pero Claudio le aconsejó que no se acercara más, que no siguiera perturbando a la señora Patricia... ... Álvaro no podía hacer nada aquí. Ver a Patricia en ese estado lo llenaba de ansiedad y frustración; sus emociones estaban atoradas en su pecho. Bajó las escaleras para fumar y calmarse. Aún resonaba en su mente la frase que Patricia había dicho: Solo cuando pierdes, deseas recuperar lo perdido... Él no había esperado perder para querer recuperarla, pero no lo explicó. Incluso si lo hiciera, Patricia no le creería. Pensaría que él la estaba manipulando, que estaba actuando como una víctima para ganar su compasión. Esa era la imagen que tenía de él en su corazón. En cuanto a lle