Capítulo 95

—Entonces vuelve pronto. Después de que Patricia se levantó y se fue, los invitados en la mesa le preguntaron a Ignacio qué relación tenía con ella. Ignacio levantó la vista: —Una relación en desarrollo. No dijo explícitamente que era su novia, pero esta frase, más sugerente que simplemente llamarla así, daba mucho que pensar. Ignacio simplemente se puso guantes para pelar los camarones. En el baño, Patricia respiró hondo y se presionó el pecho, mientras las palabras de Ignacio resonaban en sus oídos. Él parecía realmente sincero y como si de verdad le gustara. Su afecto la hacía sentir presionada. Cuando Patricia regresó, vio que en la mesa había un plato con camarones pelados. Ignacio, como si buscara reconocimiento, dijo: —Mira, pelé los camarones rápidamente, no has comido nada, come un poco, los camarones no engordan. Una persona al lado bromeó: —El Señor Medina sabe cómo mimar a alguien. Patricia lo miró y dijo: —Gracias. —De nada, servirte es un honor para mí. —D