Capítulo 126

Wendy no tuvo otra opción que ponérselo. Charlie era muy alto y fuerte. Aunque tenía una cintura pequeña, su ropa interior todavía era demasiado grande para ella. El bóxer le quedaba tan flojo que tuvo que hacerse un nudo en la cintura al ponérselos. Después de que se puso toda su ropa, Charlie fue a abrir la puerta de la casa de madera. El hombre que estaba afuera era de hecho alguien del personal de ese lugar. A primera vista, parecía tener unos cincuenta años, se veía que era honesto y amable, y llevaba un manojo de llaves en la mano. Seguía allí de pie, sin atreverse a mover un dedo. Cuando se abrió la puerta, los ojos del hombre se fijaron en ellos con sorpresa y Wendy se cubrió la cara. Le habían pedido algunos pañuelos hace un momento, y había algo de sangre en el suelo, lo que naturalmente le hizo dar muchas vueltas al asunto. ¡Qué cumpleaños tan inolvidable acababa de tener! Ella dejó de explicar. Se quedo cabizbaja y salió rápidamente de la casa de madera, dirigiéndose hacia