Capítulo 381

Mientras el automóvil circulaba por las calles de la ciudad de Nueva York, de vez en cuando pasaban extranjeros rubios y de ojos azules. ¡Wendy casi estaba apretando el teléfono que sostenía en su mano hasta el punto de que iba a sacarle agua! De vez en cuando, fruncía los labios y miraba a Charlie, que estaba recostado contra el respaldo de la silla, mirando al frente con sus ojos profundos y contenidos, sin otra expresión en su rostro. Pero si miraba de cerca, encontraría que sus cejas estaban apretadas y su boca estaba hundida. Wendy se humedeció los labios y dijo vacilante: "Charlie, ¿estás molesto?". ¡Charlie ni siquiera la miró por el rabillo del ojo! "Todavía estás molesto..." El tono de Wendy ya era positivo esta vez. Alargó la mano y cubrió la rodilla con la mano grande, con un toque de broma en su voz. "¿No te acabo de explicar que cuando dije que me casé con Félix, fue solo un malentendido y le prometí hacerle un favor..." "Mmm." Charlie tiró de sus finos labios muy ligerame