Capítulo 428

Sergio era un cobarde; antes no se atrevía a subirse a este tipo de atracciones tan emocionantes. Fernanda se sentó en la primera fila, la más emocionante. Justo en la cabeza del vagón. Luisa fue a la segunda fila, dejando el asiento junto a Fernanda para Sergio. Andrés se sentó al lado de Luisa y preguntó: —Cariño, ¿estás nerviosa? —Un poco. La cálida mano de Andrés tomó la suya. —No temas, estoy contigo. El corazón de Luisa dio un vuelco. No retiró la mano. El carrito apenas había comenzado a moverse, cuando Sergio ya empezaba a gritar. A su lado, Fernanda, con una expresión tranquila, giró la cabeza y puso los ojos en blanco. —Si tienes miedo, ¿para qué te subes? ¿No es buscarte problemas? Sergio respondió: —Es que a ti te gusta, si no... ¡ah! No terminó la frase, cuando la montaña rusa aceleró y Sergio soltó un grito desgarrador. Fernanda también gritó. Pero la diferencia era que Sergio gritaba aterrorizado, mientras que ella lo hacía emocionada y eufórica. Andrés, con el rostro se